¿Qué dice la Biblia sobre el cambio climático y nuestro futuro?
“El desastre climático ya está aquí. La Tierra se está volviendo inhabitable” (The Guardian).
El mundo se enfrenta a una crisis que han provocado las propias personas. Muchos científicos están de acuerdo en que las actividades humanas son responsables del calentamiento global. Este aumento de temperatura ya ha cambiado el clima y ha provocado consecuencias desastrosas. Veamos algunas de ellas:
Cada vez hay más olas de calor, sequías, tormentas y otros sucesos climáticos extremos que han causado más inundaciones y más incendios forestales.
El hielo del Ártico y los glaciares se están derritiendo.
El nivel del mar está aumentando.
La crisis del clima ha llegado a todos los rincones de la Tierra. El periódico The New York Times describió la situación de 193 países y dijo: “El planeta está enviando un SOS” o una señal de socorro. El cambio climático ha causado tanta muerte y sufrimiento que la Organización Mundial de la Salud dice que es “la mayor amenaza para la salud a la que se enfrenta la humanidad”.
A pesar de todo, tenemos razones para ser optimistas y mirar al futuro con esperanza. La Biblia predijo las cosas que están sucediendo hoy. También nos dice por qué podemos estar seguros de que Dios no se quedará de brazos cruzados y lo que hará para proteger nuestro futuro.
El cambio climático: ¿cumple alguna profecía de la Biblia?
Sí. El calentamiento global ha provocado una crisis climática que encaja con lo que la Biblia predijo que pasaría en la actualidad.
Profecía: Dios va a “destruir a los que están destruyendo la tierra” (Apocalipsis 11:18).
La Biblia predijo que habría un momento en la historia en el que los humanos estarían a punto de acabar con la Tierra. Y es cierto: como resultado del calentamiento global, hoy el planeta se está destruyendo como nunca antes.
Esta profecía da una razón por la que no debemos esperar que los humanos salven el planeta. Fíjese que dice que Dios intervendrá mientras la gente esté destruyendo la Tierra. Es verdad que hay personas con buenas intenciones que luchan contra el cambio climático. Pero no importa lo que hagan: no podrán impedir que las personas sigan destruyendo nuestro planeta.
Profecía: “Se verán escenas espantosas” (Lucas 21:11).
La Biblia predijo que habría “escenas espantosas” o, lo que es lo mismo, sucesos terribles que ocurrirían en nuestros días. El cambio climático ha provocado que haya desastres naturales horribles por todo el mundo. Eso ha hecho que ahora muchas personas estén sufriendo de ecoansiedad, un miedo constante a una catástrofe medioambiental.
Profecía: “En los últimos días vendrán tiempos críticos y difíciles de soportar. Porque la gente solo se amará a sí misma; serán amantes del dinero, […] desleales, […] no estarán dispuestos a llegar a ningún acuerdo, […] serán traicioneros y testarudos” (2 Timoteo 3:1-4).
La Biblia predijo las actitudes y las conductas de las personas, actitudes y conductas que han provocado la crisis climática. A los gobiernos y a las empresas les importa más el dinero que las personas, y no les preocupa cómo será el futuro de las nuevas generaciones. Hasta cuando intentan trabajar juntos, no se ponen de acuerdo en lo que tienen que hacer para parar el calentamiento global.
Por lo que dice esta profecía, no deberíamos esperar que la gente en general cambie su conducta y empiece a proteger el planeta. Al contrario, la Biblia dice que las personas que tienen estas actitudes egoístas “irán de mal en peor” (2 Timoteo 3:13).
Por qué podemos estar seguros de que Dios tomará cartas en el asunto
La Biblia explica que Jehová a, nuestro Creador, está comprometido con nuestro planeta y se preocupa muchísimo por los que vivimos en él. Veamos tan solo tres versículos de la Biblia que demuestran que Dios tomará cartas en el asunto:
1. Dios “no la creó [la Tierra] sencillamente para nada, sino que la formó para que fuera habitada” (Isaías 45:18).
Dios cumplirá su propósito para la Tierra (Isaías 55:11). No dejará que nadie la destruya ni que se convierta en un lugar inhabitable.
2. “Los mansos heredarán la tierra y disfrutarán plenamente de abundante paz. […] Los justos heredarán la tierra y vivirán en ella para siempre” (Salmo 37:11, 29).
Dios promete que los humanos vivirán para siempre en la Tierra rodeados de paz.
3. “Los malvados serán eliminados de la tierra” (Proverbios 2:22).
Dios promete que acabará con los que se empeñan en hacer cosas malas, incluidos los que están destruyendo el planeta.
Lo que Dios hará por nuestro futuro
¿Cómo conseguirá Dios cumplir lo que ha prometido para la Tierra? Lo hará usando un gobierno mundial al que se le llama el Reino de Dios (Mateo 6:10). Ese Reino gobernará desde los cielos. No tendrá que negociar con los gobiernos humanos para resolver los problemas ambientales del planeta. De hecho, el Reino de Dios sustituirá a los gobiernos humanos (Daniel 2:44).
¡Qué buenas noticias para la humanidad y para el medio ambiente! (Salmo 96:10-13). Vea lo que Jehová logrará mediante su Reino:
Restaurar el medio ambiente
Lo que dice la Biblia: “El desierto y la tierra reseca se llenarán de alegría, y la llanura desértica estará feliz y florecerá como el azafrán” (Isaías 35:1).
Lo que eso significa para nuestro futuro: Jehová sanará al planeta, hasta los lugares más dañados por culpa del hombre.
Controlar el clima extremo
Lo que dice la Biblia: Jehová “calma la tempestad de viento; se aquietan las olas del mar” (Salmo 107:29).
Lo que eso significa para nuestro futuro: Jehová tiene el poder de controlar los elementos de la naturaleza. Las personas no sufrirán más por culpa del clima extremo.
Enseñarnos a cuidar bien el planeta
Lo que dice la Biblia: “Te haré perspicaz y te enseñaré el camino por el que debes ir” (Salmo 32:8).
Lo que eso significa para nuestro futuro: Jehová les dio a los humanos la responsabilidad de cuidar la Tierra (Génesis 1:28; 2:15). Él nos enseñará la mejor manera de cumplir con ese trabajo. Aprenderemos a cuidar bien su creación y a vivir en armonía con la naturaleza.
a Jehová es el nombre de Dios (Salmo 83:18). Vea el artículo “¿Quién es Jehová?”.