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Una confusión resulta en un curso de la Biblia
La asamblea internacional en Londres (Inglaterra) fue una emocionante ocasión para los testigos de Jehová visitantes y los que viven en el país. Andrew y Elizabeth fueron a un hotel de Londres con la intención de saludar a algunos hermanos que habían venido de otros lugares. Elizabeth vio a una señora bien vestida en la recepción y, creyendo
que era una hermana, fue y la abrazó con cariño. La señora se sorprendió por el saludo, y Elizabeth le dijo: “Lo siento. Pensé que había venido para la asamblea”.La señora contestó: “¿Una asamblea de qué?”.
Elizabeth le señaló el cartel de bienvenida a los testigos de Jehová en la recepción del hotel. La señora se sintió halagada por haber sido confundida con uno de ellos.
Al seguir conversando, Elizabeth supo que la señora se llamaba Vivien y que era de Nigeria, aunque ahora vivía en Londres, a tan solo unos minutos de su casa. Su encuentro casual tuvo un efecto positivo en Vivien. Aceptó un curso bíblico y quiso que sus hijos también estudiaran con ella. Andrew y Elizabeth la visitaron en su casa, donde los recibió con un fuerte abrazo. Al mostrarle el libro Enseña, ella les comentó que ya tenía uno y que lo estaba leyendo con cuatro de sus hijos. Cuando le dijeron que ese libro se utilizaba para los cursos bíblicos gratuitos, ella contestó emocionada: “¡Empecemos ahora mismo!”.
Una carta de un hermano romaní
En noviembre de 2014 se formó la primera congregación romaní de Eslovaquia. En una asamblea de circuito reciente, se bautizaron 21 publicadores romaníes del mismo pueblo. La asistencia a la Conmemoración fue de 495 personas. Un hermano recién bautizado escribió:
“Pertenezco a la comunidad romaní de Žehra (Eslovaquia). En este lugar, muchas personas nos tratan con prejuicio porque creen que somos sucios y que mentimos y robamos. En una ocasión que quise ir a una iglesia, el sacristán me dijo que ese no era mi lugar y que debía marcharme. Por experiencias como esta, pueden imaginar la opinión que tenía de las personas que no son de mi etnia. Entonces los testigos de Jehová me invitaron a una reunión. Iba con desconfianza, ya que pensaba que me sentiría decepcionado otra vez. Para mi sorpresa, fue todo lo contrario; incluso antes de entrar en el salón, un Testigo que no era romaní vino y me estrechó la mano afectuosamente. Durante el discurso público, fui incapaz de prestar atención. Solo podía pensar: ‘¿Por qué todos son tan agradables conmigo?’.
”Esa noche no pude dormir pensando en lo que había ocurrido en el Salón del Reino. Por ello decidí ir otra vez para averiguar si la amabilidad que me mostraron había sido solo una coincidencia. Esta vez, fueron todavía más agradables, parecía que éramos amigos de toda la vida. Desde entonces asistí a todas las reuniones y con el tiempo me bauticé. Ahora, tras mi bautismo, los hermanos siguen siendo amables y demostrándome que me aprecian. Son muy generosos conmigo; en ocasiones me ofrecen muy buenos alimentos, incluso mejores que los que ellos comen habitualmente. Quiero seguir formando parte de esta organización y servir a Jehová para siempre”.
Le pidió ayuda a Jehová para hablar de la Biblia
Una hermana llamada Aysel viajaba en autobús desde la población de Ganja a Bakú (Azerbaiyán), y le pidió a
Jehová que la ayudara a hablar de la Biblia con alguien. Aunque tenía un asiento asignado, una señora le insistió en que se sentara a su lado. Entonces empezaron a hablar y Aysel pudo dirigir la conversación hacia el mensaje bíblico. La mujer le comentó que creía en Jesús y que quería aprender más sobre él. Al final, se intercambiaron los números de teléfono, quedaron en verse de nuevo y la señora le preguntó si le podía traer una Biblia.Cuando Aysel volvió a Ganja, visitó a la mujer en su trabajo. Ella le comentó que tenía un “libro de oraciones” que leía todos los días. ¡Cuál fue la sorpresa de Aysel cuando vio que se refería al folleto Examinando las Escrituras diariamente del año 2013! Esto dio pie a que iniciaran un curso bíblico. Aysel está contenta de que Jehová le diera valor para predicar informalmente.
Una carta de agradecimiento de un prisionero
La sucursal de España recibió esta carta de un preso que está en una cárcel del país:
“En primer lugar quiero expresar mi agradecimiento por todo el esfuerzo que hacéis por llegar a toda clase de personas.
”La primera vez que tuve contacto con los testigos de Jehová fue hace 15 años en la capital de Albania, Tirana. Me sorprendió mucho el valor que tuvo un Testigo al acercarse a nosotros, ya que éramos 10 personas de una banda callejera. Nadie se atrevía a acercarse [...], pero el hermano se acercó y nos habló de la Biblia sin tener miedo de nosotros ni de nuestras armas. Esto me impactó mucho.
”Hace 4 años, un Testigo me visitó de nuevo y me ofreció un estudio bíblico. Desde que acepté el estudio
he cambiado mucho. He dejado de ser violento y agresivo. Llevo años sin meterme en problemas. He llegado a conocer a Jehová y esto ha dado sentido en mi vida. Intento vivir en paz con la gente que me rodea. Hace más de un año que soy publicador no bautizado.”Aunque llevo 12 años en prisión, los últimos 4 años he sentido una felicidad y paz mental que no había experimentado nunca antes. Doy gracias a Jehová cada día por ello.
”[...] Hace unas semanas pude ver algunos de los videos del jw. Me tocó mucho el corazón cuando vi el video del hermano que estuvo preso en Estados Unidos. A pesar de yo ser una persona dura, me emocioné al ver los cambios que ha hecho.
”Que Jehová [...] siga bendiciendo todo el esfuerzo que hacéis por llegar a todas las personas traduciendo las buenas nuevas en sus idiomas y también visitando centros penitenciarios.
”Muchas gracias”.
“Por fin tengo paz interior”
Felicity, que tiene 68 años y vive en Suecia, dijo: “Siempre sentí que llevaba una vida vacía y sin rumbo. Continuamente buscaba paz interior, pero parecía que no podía hallarla”. Como no estaba satisfecha con las doctrinas católicas, comenzó a investigar diferentes creencias religiosas y terminó envuelta en brujería y adivinación.
Se sentía tan deprimida que llegó a pensar en el suicidio, pues no encontraba un verdadero propósito en la vida. Ella comenta: “Con lágrimas en los ojos, le rogué en voz alta a Dios que me guiara. Dos semanas más tarde, alguien llamó a mi puerta. Un joven sonriente me preguntó si me gustaría saber más de la Biblia. Pensé: ‘¡Ay, no! Los testigos de Jehová no. Dios mío, esto no es lo que te pedí’”.
Aunque su intención fue cerrar la puerta, decidió escuchar y aceptó un curso bíblico con el libro Enseña. Ella comenta: “Me ayudaron a ver la Biblia de otra manera”. Felicity se bautizó en una asamblea regional de Suecia en el 2014. Ahora dice: “Esto es lo que he buscado toda mi vida. Por fin tengo paz interior”.