1, 2. a) ¿Qué nos enseña el ejemplo de Gedeón y sus 300 hombres? (Vea el dibujo del principio del artículo). b) Según Lucas 21:19, ¿por qué es tan importante el aguante?

EL JUEZ Gedeón y su ejército estaban peleando una batalla difícil y agotadora. Llevaban toda la noche persiguiendo a sus enemigos por unos 32 kilómetros (20 millas). ¿Qué pasó después? La Biblia dice: “Gedeón llegó al Jordán, y lo cruzó, él y los trescientos hombres que estaban con él, cansados”. Pero todavía no habían ganado la guerra, porque quedaban vivos 15.000 soldados enemigos. Estos habían maltratado por años a los israelitas. Así que Gedeón y sus hombres no podían darse por vencidos. Por eso continuaron persiguiendo a sus enemigos hasta que los derrotaron (Jueces 7:22; 8:4, 10, 28).

² Nosotros también estamos peleando una batalla difícil y agotadora. Nuestros enemigos son Satanás y su mundo, y nuestra imperfección. Algunos llevamos años luchando contra ellos. Y con la ayuda de Jehová ya los  hemos vencido muchas veces. Pero todavía no hemos ganado la guerra. Puede que a veces nos cansemos de luchar o de esperar que termine este mundo malo. Jesús dijo que en los últimos días sufriríamos muchos problemas y persecuciones. Pero también dijo que si aguantamos, podemos ganar la guerra (lea Lucas 21:19). ¿Qué significa aguantar? ¿Qué nos ayudará a aguantar? ¿Qué podemos aprender de los que ya han aguantado? ¿Y cómo podemos dejar que “el aguante tenga completa su obra”? (Santiago 1:4).

3. ¿Qué significa aguantar?

³ En la Biblia, aguantar significa más que solo resignarse o soportar una situación difícil. Tiene que ver con la actitud que tenemos ante los problemas. Aguantar significa ser valientes, fieles y pacientes. Un libro dice que aguantar significa tener una fe fuerte y no darnos por vencidos cuando pasamos por dificultades. Significa mantenernos firmes incluso en las situaciones más duras. Cuando aguantamos, nuestros problemas se convierten en victorias. Y en vez de concentrarnos en nuestro dolor, nos concentramos en nuestra meta final.

4. ¿Por qué decimos que el amor nos motiva a aguantar?

⁴ El amor nos ayuda a aguantar (lea 1 Corintios 13:4, 7). ¿Por qué decimos esto? Por ejemplo, el amor que le tenemos a Jehová nos ayuda a aguantar cualquier cosa que él permita que pase (Lucas 22:41, 42). El amor que les tenemos a los hermanos nos ayuda a aguantar sus errores (1 Pedro 4:8). Y el amor que le tenemos a nuestro esposo o esposa nos ayuda a aguantar los problemas que tienen hasta las parejas más felices. Y ese amor hace más fuerte nuestro matrimonio (1 Corintios 7:28).

5. ¿Por qué está Jehová en la mejor posición para ayudarnos a aguantar?

⁵ Pedirle a Jehová que nos dé fuerzas. La Biblia dice que Jehová nos da “aguante y consuelo” (Romanos 15:5). Él está en la mejor posición para ayudarnos a aguantar. ¿Por qué? Porque es el único que entiende por completo nuestra situación, nuestros sentimientos y nuestro pasado. Así que él sabe justo lo que necesitamos para aguantar. La Biblia dice que Dios cumplirá “el deseo de los que le temen, y oirá su clamor por ayuda, y los salvará” (Salmo 145:19). Pero ¿cómo nos contesta Dios cuando le pedimos que nos dé fuerzas para aguantar?

6. Cuando nos enfrentamos a una prueba, ¿cómo cumple Jehová su promesa de darnos una salida?

⁶ Si le pedimos a Jehová que nos ayude a aguantar, él promete que nos dará “la salida” (lea 1 Corintios 10:13). ¿Cómo cumple esa promesa? A veces, quitando el problema. Pero la mayoría de las veces nos da la salida dándonos fuerzas para que podamos aguantar con paciencia y gozo (Colosenses 1:11). Además, Jehová sabe muy bien dónde está nuestro límite físico, mental y emocional. Él nunca permitirá que  una situación se ponga tan difícil que no podamos mantenernos fieles.

7. Explique con un ejemplo por qué necesitamos alimentarnos bien para aguantar.

⁷ Fortalecer nuestra fe con alimento espiritual. ¿Por qué es tan importante alimentarnos bien en sentido espiritual? Pongamos un ejemplo. Para subir el monte Everest, una persona necesita comer todos los días unas tres veces más de lo normal. Si quiere aguantar y llegar hasta arriba, necesita comer todo lo que pueda. De forma parecida, si queremos aguantar hasta el fin, necesitamos alimentarnos bien en sentido espiritual. Tenemos que sacar tiempo para hacer nuestro estudio personal y para ir siempre a las reuniones. Así mantendremos una fe fuerte (Juan 6:27).

8, 9. a) Según Job 2:4, 5, ¿qué se pone en duda cuando nos enfrentamos a un problema? b) ¿En qué podríamos pensar en ese momento?

⁸ Recordar que debemos ser leales a Dios. Cuando enfrentamos problemas, es cierto que sufrimos mucho. Pero recordemos que también se pone en duda nuestra lealtad a Dios. Satanás no quiere que Jehová gobierne el universo. Él ofendió a Jehová diciendo que los humanos solo le servimos a Dios porque nos da cosas buenas. En los días de Job, Satanás dijo: “Todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su alma”. Y luego dijo que si Dios atacaba a Job, Job se volvería contra Dios (Job 2:4, 5). Muchos años después, cuando Satanás fue expulsado del cielo, seguía acusando todo el tiempo a los siervos fieles de Dios (Revelación 12:10). Y hoy sigue diciendo que los humanos solo adoramos a Dios porque nos da cosas buenas. Está deseando que rechacemos la autoridad de Dios y dejemos de servirle. Así que cuando enfrentemos un problema, recordemos que nuestra reacción demuestra si apoyamos a Jehová como el verdadero gobernante del universo.

⁹ En ese momento podemos imaginarnos la siguiente situación. Por un lado están Satanás y los demonios, mirándonos y diciendo que nos daremos por vencidos. Del otro lado están Jehová, nuestro rey Jesucristo, los ungidos resucitados y miles de ángeles. Ellos también nos miran, pero nos animan a no darnos por vencidos. Se alegran de ver que somos fieles a Jehová y seguimos aguantando a pesar de todo. Entonces Jehová nos dice: “Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio” (Proverbios 27:11).

10. ¿Cómo imitamos a Jesús al enfrentarnos a pruebas?

¹⁰ Concentrarnos en los buenos resultados de aguantar. Imagínese que está en un viaje y tiene que pasar por un túnel muy largo. Todo está muy oscuro. Pero usted sabe que si sigue adelante, llegará al final y verá la luz de nuevo. La vida puede ser como ese viaje. Puede que a veces pasemos por momentos muy difíciles y nos sintamos muy preocupados. Tal vez hasta Jesús se sintió así. Cuando lo clavaron en el madero para matarlo, lo humillaron y  le hicieron sentir mucho dolor. De seguro fueron los peores momentos de su vida. ¿Qué lo ayudó a aguantar? La Biblia dice que fue “el gozo que fue puesto delante de él” (Hebreos 12:2, 3). Es decir, Jesús se concentró en los buenos resultados de aguantar, sobre todo en que ayudaría a limpiar el nombre de Dios y apoyaría su derecho a gobernar. Sabía que su prueba terminaría pero que su premio en el cielo sería para siempre. Cuando suframos problemas graves, podemos imitar a Jesús. ¿Cómo? Concentrándonos en los buenos resultados de aguantar y recordando que los problemas terminarán.

11. ¿Por qué es bueno que conozcamos la vida de “los que han aguantado”?

¹¹ Muchos siervos de Dios han aguantado como nosotros. En los días del apóstol Pedro, muchos cristianos aguantaron ataques de Satanás. Por eso, Pedro les dijo: “Pónganse en contra de él, sólidos en la fe, sabiendo que las mismas cosas en cuanto a sufrimientos van realizándose en toda la asociación de sus hermanos en el mundo” (1 Pedro 5:9). Así que es bueno que conozcamos la vida de “los que han aguantado”. ¿Por qué? Porque eso puede ayudarnos a ser fieles, darnos la seguridad de que podemos aguantar y recordarnos que Jehová nos premiará si somos leales (Santiago 5:11). Veamos algunos ejemplos de siervos de Dios que han aguantado ^[1]  (vea la nota al final del artículo).

12. ¿Qué aprendemos del ejemplo de los querubines en Edén?

¹² Los querubines. Estos son ángeles muy importantes. Cuando Adán y Eva pecaron, Jehová les dio a algunos querubines una asignación en la Tierra muy diferente de la que tenían en el cielo. Su ejemplo nos enseña a aguantar cuando recibimos una asignación difícil. La Biblia dice que “al este del jardín de Edén” Jehová puso “los querubines y la hoja llameante de una espada que continuamente daba vueltas para guardar el camino al árbol de la vida” (Génesis 3:24) ^[2]  (vea la nota al final del artículo). La Biblia no dice que los querubines se quejaran o dijeran que ellos eran demasiado importantes para esa asignación. Tampoco dice que se aburrieran o que dejaran su puesto. Al contrario, ellos se quedaron en su asignación hasta que su trabajo terminó. Tal vez estuvieron allí más  de 1.600 años, hasta que llegó el Diluvio.

13. ¿Qué ayudó a Job a aguantar tantos sufrimientos?

¹³ El fiel Job. Puede que a veces estemos desanimados porque algún amigo o pariente nos dijo algo que nos hirió. O puede que estemos muy enfermos o que suframos porque murió alguien muy querido. Pero sin importar lo que nos pase, el ejemplo de Job nos puede consolar (Job 1:18, 19; 2:7, 9; 19:1-3). Job no sabía por qué de repente le pasaban tantas cosas malas. Pero nunca se dio por vencido. ¿Qué ayudó a Job a aguantar? Primero, su amor por Jehová y su deseo de agradarlo (Job 1:1). Él quería agradar a Jehová en los buenos y en los malos momentos. Y segundo, que Jehová le habló de su creación para que recordara lo poderoso que él es. Esto convenció a Job aún más de que Jehová le quitaría sus sufrimientos en el mejor momento (Job 42:1, 2). Y así fue. Jehová le quitó a Job sus sufrimientos y le dio el doble de lo que había perdido. Y Job fue feliz el resto de su vida (Job 42:10, 17).

14. Según 2 Corintios 1:6, ¿cómo ayudó a los demás el aguante de Pablo?

¹⁴ El apóstol Pablo. Puede que algunos de nosotros suframos ataques o hasta persecución por servir a Jehová. O si somos ancianos o superintendentes de circuito, tal vez estemos agobiados por tanto trabajo que debemos atender. Si es así, el ejemplo de Pablo puede ayudarnos. Él sufrió una persecución muy fuerte. Y además, se preocupaba mucho por los hermanos (2 Corintios 11:23-29). Pero nunca se rindió, y su buen ejemplo ayudó a los demás a aguantar (lea 2 Corintios 1:6). Si nosotros aguantamos, nuestro ejemplo también ayudará a los demás hermanos a aguantar.

15, 16. a) ¿Qué “obra” debe completar el aguante? b) Dé ejemplos de cómo el aguante “completa su obra”.

¹⁵ Jehová hizo que el discípulo Santiago escribiera estas palabras: “Que el aguante tenga completa su obra, para que sean completos y sanos en todo respecto, sin tener deficiencia en nada” (Santiago 1:4). Como vemos, Santiago dijo que el aguante hace en nosotros una “obra”. ¿Qué obra es esa? El aguante nos ayuda a ser más “completos”, o sea, mejores cristianos. Pero ¿cómo hace el aguante esta “obra” en nosotros? Cuando tenemos un problema, quizás notemos que necesitamos ser más pacientes, más agradecidos o más amorosos. Al aguantar, aprendemos a mostrar estas cualidades a mayor grado y nos convertimos en mejores cristianos. Así dejamos que el aguante complete su obra en nosotros.

¹⁶ Como el aguante nos ayuda a ser mejores cristianos, no busquemos la salida a un problema desobedeciendo a Dios. Pongamos dos ejemplos. Supongamos que estamos luchando con un mal pensamiento. En vez de ceder ante la tentación, pidámosle a Jehová que nos ayude a rechazar ese mal pensamiento. O supongamos que tenemos un familiar que se opone a que seamos Testigos. En vez de rendirnos, sigamos sirviendo a Jehová. Eso nos ayudará a confiar todavía más en él. No olvidemos que si queremos que Jehová nos dé su aprobación, tenemos que aguantar (Romanos 5:3-5; Santiago 1:12).

17, 18. a) Explique con un ejemplo la importancia de aguantar hasta el fin. b) Ahora que estamos tan cerca del fin, ¿de qué podemos estar seguros?

¹⁷ Es muy importante que aguantemos hasta el fin, y no solo por un tiempo. Imaginémonos un barco que se está hundiendo. Si los pasajeros quieren sobrevivir, tienen que nadar hasta la orilla sin rendirse en ningún momento. De forma parecida, si queremos vivir en el Paraíso, tenemos que aguantar hasta el fin sin rendirnos en ningún momento. Tenemos que decir lo mismo que el apóstol Pablo: “No nos rendimos” (2 Corintios 4:1, 16).

¹⁸ Como Pablo, estamos seguros de que Jehová nos ayudará a aguantar hasta el fin. Pablo escribió: “Estamos saliendo completamente victoriosos mediante el que nos amó. Porque estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni gobiernos, ni cosas aquí ahora, ni cosas por venir, ni poderes, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra creación podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 8:37-39). Es normal que a veces nos cansemos. Pero debemos seguir el ejemplo de Gedeón y sus hombres. Ellos estaban cansados, pero no se dieron por vencidos (Jueces 8:4). ¿Seguiremos su ejemplo?