TEMA DE PORTADA | CONSUELO ANTE LA MUERTE
Los muertos resucitarán
¿Recuerda a Gail, de quien hablamos en el segundo artículo de esta revista? Ella no sabe si superará la muerte de Rob, su esposo. Sin embargo, anhela el día en que pueda volver a verlo en el nuevo mundo que Dios promete. “Mi texto bíblico favorito —comenta— es Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4”. Esos versículos dicen: “Y Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”.
Gail añade: “Esta promesa habla por sí misma. Siento compasión por la gente que ha perdido un ser querido y que no conoce la esperanza de la resurrección”. Para demostrar que cree lo que dice, Gail dedica gran parte de su tiempo a hablarles a sus vecinos de la promesa divina de que en el futuro “la muerte no será más”.
Quizás le parezca un sueño. Pero piense en el ejemplo de Job, quien estuvo gravemente enfermo (Job 2:7). Aunque llegó al punto de desear la muerte, confiaba en que Dios lo resucitaría para volver a vivir en la Tierra. Por eso dijo: “¡Oh que en el Seol me ocultaras [...]! Tú llamarás, y yo mismo te responderé. Por la obra de tus manos sentirás anhelo” (Job 14:13, 15). Como vemos, Job no tenía dudas de que Dios desearía devolverle la vida.
Pues eso es lo que Dios hará pronto con Job y con millones de personas, cuando convierta este planeta en un paraíso (Lucas 23:42, 43). La Biblia promete: “Va a haber resurrección” (Hechos 24:15). Además, Jesús afirmó: “No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán” (Juan 5:28, 29). Job verá el cumplimiento de esta promesa. Entonces tendrá la oportunidad de recuperar “su vigor juvenil” y su carne será “más fresca que en la juventud” (Job 33:24, 25). Lo mismo les ocurrirá a todos aquellos que demuestren fe en esta bondadosa promesa de Dios de resucitar a las personas en la Tierra.
Si ha sufrido la muerte de alguien cercano, lo que hemos analizado no hará que desaparezca su dolor. Sin embargo, reflexionar en las promesas divinas que se hallan en la Biblia le dará la esperanza y la fortaleza necesarias para seguir adelante (1 Tesalonicenses 4:13).
¿Le gustaría saber qué más puede hacer para sobrellevar el dolor? ¿O se ha preguntado por qué permite Dios la maldad y el sufrimiento? En ese caso, visite nuestro sitio de Internet jw.org y hallará respuestas animadoras y consejos útiles basados en la Biblia.