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La mejor guía para la vida

La mejor guía para la vida

La mejor guía para la vida

“Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente [...] cómo debe vivir.” (2 TIMOTEO 3:16, Traducción en lenguaje actual)

A LO largo de los siglos, la Biblia ha ayudado a personas de todo el mundo a mejorar su vida. ¿Por qué es tan práctica? El versículo arriba citado revela la razón: porque contiene los sabios consejos de Dios. Pero ¿acaso la Biblia no fue escrita por simples hombres? Sí, pero las ideas que plasmaron fueron inspiradas por Dios mismo. Como explica la propia Biblia, ellos “hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo” (2 Pedro 1:21).

Como vimos en el artículo anterior, hay dos razones por las que la Biblia es la mejor guía que existe. La primera es que nos ayuda a ver de forma realista cómo podemos mejorar nuestra vida. Y la segunda, que tiene el poder para motivarnos a hacer los cambios que sean necesarios. Analicemos ambos puntos más detenidamente.

Consejos realistas y beneficiosos

En las Escrituras, Dios hace esta promesa: “Te haré tener perspicacia, y te instruiré en el camino en que debes ir. Ciertamente [te] daré consejo” (Salmo 32:8). Como vemos, Dios no solo nos da consejos, sino también perspicacia, es decir, capacidad para analizar las situaciones en profundidad. Gracias a ella, podemos encaminar nuestra vida en la dirección correcta, en lugar de desperdiciarla yendo tras ambiciones vacías.

En este mundo, muchas personas dedican su vida a ganar dinero y luchan por llegar a ser alguien importante. Por eso acuden a los numerosos manuales de autoayuda que explican métodos para escalar puestos y hacerse ricos. Sin embargo, la Biblia afirma: “La rivalidad de uno para con otro [...] es vanidad y un esforzarse tras el viento”. Y también dice que quien ama el dinero “no estará satisfecho”, es decir, nunca tendrá suficiente (Eclesiastés 4:4; 5:10). ¿Realmente nos benefician esos principios?

Examinemos el caso de un japonés llamado Akinori. A pesar de la salvaje competencia, este hombre cumplió su sueño de graduarse de una importante universidad y luego acceder a un puesto en una prestigiosa compañía. Todo parecía salirle a pedir de boca. Sin embargo, no se sentía feliz y satisfecho. Es más, la tensión y el agotamiento perjudicaron gravemente su salud. En aquellos momentos, sus amigos del trabajo le ofrecieron muy poco ánimo. Pronto entró en una depresión, se dio al alcohol y empezó a tener ideas suicidas. Pero entonces comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Sus prioridades cambiaron, y en poco tiempo comenzaron a desaparecer los problemas de salud ocasionados por el estrés. Al liberarse del orgullo y la ambición, Akinori comprobó por sí mismo que la Biblia tiene razón cuando dice: “El corazón tranquilo da vida al cuerpo” (Proverbios 14:30, Nueva Versión Internacional).

Entonces, ¿qué debemos hacer para alcanzar una vida plena? En otras palabras, ¿qué objetivos nos ayudarán a ser realmente felices? ¿Tener un buen matrimonio? ¿Dar una buena educación a los hijos? ¿Hacer muchos amigos? ¿Disfrutar al máximo de la vida? Desde luego, merece la pena luchar por esas aspiraciones, y la Biblia nos anima a hacerlo. Sin embargo, también nos advierte que no deben convertirse en nuestras prioridades en la vida. Por otro lado, nos revela cuál es el auténtico secreto de una vida plena: “Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos. Porque este es todo el deber del hombre” (Eclesiastés 12:13). Si no cumplimos con este deber, nuestra vida pierde sentido y acabamos frustrados y decepcionados. Pero si nos esforzamos por hacerlo, veremos cumplirse estas palabras bíblicas: “Feliz es el que está confiando en Jehová” (Proverbios 16:20).

Una poderosa motivación

El apóstol Pablo escribió: “La palabra de Dios es viva, y ejerce poder”. Como si de una afilada espada se tratara, las Escrituras penetran en nuestro interior y llegan hasta nuestras ideas e intenciones más profundas (Hebreos 4:12). La Biblia logra cambiar la vida de las personas porque les ayuda a examinarse y ver cómo son realmente. Entonces, si tienen una actitud humilde, descubren que deben hacer ciertos cambios. Eso fue lo que sucedió en tiempos bíblicos en la antigua congregación de Corinto. Antes de ser cristianos, algunos de sus miembros habían sido ladrones, borrachos, adúlteros y cosas por el estilo. Pablo les dijo: “Eso era lo que algunos de ustedes eran. Pero ustedes han sido lavados [...] con el espíritu de nuestro Dios” (1 Corintios 6:9-11). Hoy día, Jehová sigue utilizando su poderoso espíritu santo para motivar a las personas a hacer los cambios que sean precisos.

Veamos otro ejemplo actual. Mario, que vive en Europa, era un hombre muy violento que fumaba y vendía marihuana. En cierta ocasión, cuando un policía le confiscó la droga, él se enfureció tanto que lo atacó y le destrozó el vehículo. Además, no tenía trabajo y vivía asfixiado por las deudas. Al darse cuenta de que no podría resolver por sí solo sus problemas, aceptó estudiar la Biblia. Poco a poco empezó a cuidar más de su aspecto, dejó de consumir y vender drogas y aprendió a controlar su genio. Su cambio fue tan radical que quienes lo conocían de antes no podían creer lo que veían. Algunos lo paraban por la calle y le preguntaban: “Mario, ¿de verdad eres tú?”.

Hoy día, tanto Mario como Akinori son mucho más felices. ¿Qué les motivó a dar un nuevo rumbo a su vida? Sin ninguna duda, fue el conocimiento de Dios que obtuvieron al estudiar la Biblia. Solo Dios puede ayudarnos a vivir una vida plena ahora y a alcanzar la vida eterna en el futuro. Nuestro Padre, Jehová Dios, nos dice en la Biblia: “Oye, hijo mío, y acepta mis dichos. Entonces para ti los años de vida llegarán a ser muchos. [...] Cuando andes, no será estrecho tu paso; y si corres, no tropezarás. Ásete de la disciplina; no la sueltes. Salvaguárdala, pues ella misma es tu vida” (Proverbios 4:10-13). Sin duda alguna, la mejor guía para la vida actual es la que nos ha proporcionado nuestro Creador.

[Ilustración y recuadro de la página 7]

Consejos útiles para la gente de hoy

La Biblia nos proporciona principios sencillos y prácticos para la vida actual. Veamos varios ejemplos:

Para llevarse bien con los demás

“Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos.” (Mateo 7:12.)

“El que se porta como uno de los menores entre todos ustedes es el que es grande.” (Lucas 9:48.)

“Sigan la senda de la hospitalidad.” (Romanos 12:13.)

Para dejar los vicios y mejorar la personalidad

“El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.” (Proverbios 13:20.)

“No llegues a estar entre los que beben vino en exceso.” (Proverbios 23:20.)

“No tengas compañerismo con nadie dado a la cólera.” (Proverbios 22:24.)

Para dar estabilidad al matrimonio

“Que cada uno de ustedes [...] ame a su esposa tal como se ama a sí mismo; por otra parte, la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo.” (Efesios 5:33.)

“Vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia. Continúen soportándose [...] y perdonándose liberalmente unos a otros.” (Colosenses 3:12, 13.)

Para educar a los hijos

“Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él.” (Proverbios 22:6.)

“No estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová.” (Efesios 6:4.)

Para evitar las discusiones

“La respuesta, cuando es apacible, aparta la furia, pero la palabra que causa dolor hace subir la cólera.” (Proverbios 15:1.)

“En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera.” (Romanos 12:10.)

En asuntos económicos, se evitan problemas cuando los acuerdos, aunque sean entre amigos, se ponen por escrito. Así lo hizo el profeta Jeremías, quien dijo: “Escribí en una escritura y le puse el sello y tomé testigos al ponerme a pesar el dinero en la balanza” (Jeremías 32:10).

Para tener una actitud positiva

“Cuantas cosas sean verdaderas, [...] amables, [...] de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas.” (Filipenses 4:8.)

La Biblia recomienda no centrarse en las ideas negativas y censura a quienes siempre andan quejándose de “su suerte en la vida”. Más bien, aconseja: “Regocíjense en la esperanza” (Judas 4, 16; Romanos 12:12).

Si ponemos en práctica estos principios, viviremos más felices y tranquilos, y nuestra forma de vida agradará a Dios. Además, recibiremos grandes bendiciones, pues la Biblia promete: “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella” (Salmo 37:29).

[Ilustraciones de la página 5]

Akinori cuando era un hombre de negocios (izquierda) y, hoy día, predicando el mensaje bíblico con su esposa