Perdidos en un laberinto de consejos

QUIENES buscan consejos para mejorar su vida tienen mucho de donde elegir, pues el mundo de la autoayuda ha estado experimentando un enorme auge en los últimos años. En lugares tan diversos como Gran Bretaña, Latinoamérica, Japón y Estados Unidos, las obras de autoayuda están entre las más vendidas. Además, cada vez tienen más éxito los cursos, videos y programas de televisión que abordan esta temática. ¿Dónde reside su atractivo? En que promueven la idea de que todo el mundo puede enfrentarse a los problemas por sí mismo, sin recurrir a psicólogos, consejeros matrimoniales o ministros religiosos. Pero ¿qué campos abarcan estos manuales?

Algunos de los más populares tratan sobre la realización personal, la elección del cónyuge y la crianza de los hijos. Otros ayudan a superar la depresión, el divorcio o incluso la muerte de un ser querido. También están muy solicitadas las guías para controlar el peso, decirle adiós al tabaco o dejar el alcohol. ¿Son realmente útiles sus consejos? Algunos sí, pero otros no tanto. Por eso, conviene tomar en cuenta esta advertencia bíblica: “Cualquiera que es inexperto pone fe en toda palabra, pero el sagaz considera sus pasos” (Proverbios 14:15).

Hay que aclarar que no es lo mismo un libro de autoayuda que un manual sobre fotografía, contabilidad o idiomas, por citar unos cuantos ejemplos. ¿Cuál es la diferencia? Bueno, este tipo de manuales pueden considerarse como una opción eficaz y más barata que los cursos especializados. Sin embargo, los libros de autoayuda —sobre finanzas, psicología, matrimonio, hijos o cualquier otra materia— van más allá, pues suelen fomentar ciertas filosofías o estilos de vida. Por ello, uno debe preguntarse: “¿De dónde proceden las ideas de este libro? ¿En qué tipo de fuentes se ha basado el autor?”.

 A decir verdad, las afirmaciones de estos libros no siempre son el resultado de estudios dignos de confianza. Algunos autores se limitan a dar aquellas recomendaciones que les aseguran mayores ventas, pues saben que ganarán mucho más dinero si le dicen a la gente lo que quiere oír. ¿Sabía usted que, en un solo país, esta industria genera más de 8.000 millones de dólares al año?

¿Realmente ayudan?

Sería de esperar que los manuales de autoayuda ofrecieran consejos útiles de verdad. Pero la realidad es que, a veces, resultan demasiado simplistas o superficiales. “La clave del éxito es tener una actitud positiva”, suelen decir. “Si eres optimista, conseguirás lo que te propongas, sea dinero, salud o amor.” Pero ¿son realistas estos consejos? ¿De verdad nos ayudan a enfrentarnos a la dura realidad de la vida?

Pensemos por un momento en los manuales sobre las relaciones sociales y de pareja, que figuran entre los más vendidos. ¿Contribuyen a crear familias más felices y estables? No siempre. Según la reseña de una revista, el autor de ciertos libros de gran éxito en Latinoamérica “prepara a sus lectores para aprender a establecer relaciones saludables y mejorar su autoestima”. Sin embargo, este mismo autor sostiene que si una relación de pareja no funciona, continuarla equivale a traicionarse a uno mismo. Como vemos, anima al lector a pensar únicamente en su propio bienestar, en lugar de ayudarlo a que identifique cuál es el problema y trate de solucionarlo.

Por supuesto, algunos de los consejos de estos manuales sí son prácticos. Pero otros tal vez no resulten tan beneficiosos. Puede ocurrir que un profesional ofrezca comentarios muy útiles sobre cierto asunto, pero que en otra materia sus afirmaciones sean más bien perjudiciales. Además, con tantas opiniones dispares acerca de cada tema, no es nada fácil determinar cuál de ellas es confiable. Uno tiene que preguntarse: “Lo que dice este autor, ¿está basado en una investigación seria, o es una simple opinión personal? ¿Hasta qué punto se habrá dejado llevar por el deseo de hacerse rico o famoso?”.

En contraste con los manuales de autoayuda, hay una guía que lleva siglos ofreciendo consejos de probada eficacia sobre diversos temas. Esa guía es la Biblia. Gracias a ella, millones de lectores se han hecho “nuevos en la fuerza que impulsa su mente” y han cultivado una “nueva personalidad” (Efesios 4:23, 24). ¿Por qué es tan eficaz la Biblia? Para empezar, porque nos permite entender cuál es la raíz de nuestros problemas y nos ayuda a enfrentarnos a ellos. Y más importante aún, porque nos proporciona una poderosa motivación para actuar como debemos. En el siguiente artículo veremos de qué manera lo hace.