¿Qué son las profecías?
La respuesta que da la Biblia
Una profecía es un mensaje inspirado por Dios, una revelación divina. La Biblia dice que los profetas “hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo” (2 Pedro 1:20, 21). Así que un profeta es alguien que recibe un mensaje de Dios y lo transmite a otras personas (Hechos 3:18).
¿Cómo se comunicaba Dios con los profetas?
Dios utilizó varios métodos para transmitir sus pensamientos a los profetas. Veamos cuáles:
Por escrito. Dios usó este método en al menos una ocasión, cuando le dio directamente a Moisés los Diez Mandamientos (Éxodo 31:18).
Mensajes mediante ángeles. Por ejemplo, Dios utilizó a un ángel para comunicarle a Moisés el mensaje que tendría que entregarle al faraón de Egipto (Éxodo 3:2-4, 10). Además, cuando fue importante utilizar ciertos términos, Dios ordenó a ángeles que dictaran el mensaje. Usó este método para decirle a Moisés: “Escríbete estas palabras, porque es en conformidad con estas palabras como de veras celebro yo un pacto contigo y con Israel” (Éxodo 34:27). a
Visiones. En algunas ocasiones, el profeta las recibía estando despierto y completamente consciente (Isaías 1:1; Habacuc 1:1). Algunas eran tan reales que quien las recibía formaba parte de ellas (Lucas 9:28-36; Revelación [Apocalipsis] 1:10-17). Otras veces, las visiones se transmitían mientras el profeta estaba en trance (Hechos 10:10, 11; 22:17-21). Dios también se valió de sueños para dar el mensaje (Daniel 7:1; Hechos 16:9, 10).
Guía mental. Para transmitir su mensaje, Dios guió los pensamientos de sus profetas. Ese es el sentido de las siguientes palabras bíblicas: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar”. La expresión “inspirada de Dios” también puede traducirse como “insuflada por Dios” (2 Timoteo 3:16; nota). Dios utilizó su espíritu santo o fuerza activa para transmitir sus ideas a las mentes de sus siervos. El mensaje era de Dios, pero los profetas elegían las palabras (2 Samuel 23:1, 2).
¿Predicen el futuro todas las profecías?
No todas las profecías bíblicas tienen el propósito de predecir el futuro. Sin embargo, la mayoría de los mensajes de Dios están relacionados con el futuro, aunque sea indirectamente. Por ejemplo, los profetas de Dios advirtieron una y otra vez a los israelitas de la antigüedad sobre su mala conducta. Aquellas advertencias le indicaban al pueblo cuáles serían las recompensas de obedecer el consejo, así como las consecuencias si lo rechazaban (Jeremías 25:4-6). El resultado dependería de lo que decidieran hacer los israelitas (Deuteronomio 30:19, 20).
Algunas profecías que no predijeron sucesos futuros
En una ocasión los israelitas le pidieron ayuda a Dios. Él les envió un profeta para decirles que no los ayudaría, puesto que no querían obedecer sus mandatos (Jueces 6:6-10).
Cuando Jesús habló con una mujer samaritana, le declaró cosas de su pasado que no hubiera podido saber si Dios no se las hubiera revelado. Ella supo que Jesús era profeta, aunque no hizo predicciones sobre el futuro (Juan 4:17-19).
En el juicio de Jesús, sus enemigos le cubrieron el rostro, lo abofetearon y luego dijeron: “Profetiza. ¿Quién es el que te hirió?”. No le estaban pidiendo a Jesús que predijera el futuro, sino que utilizara el poder divino para identificar a quien lo había herido (Lucas 22:63, 64).
a Aunque en principio podría parecer que Dios le habló directamente a Moisés en este ejemplo, la Biblia muestra que Dios usó a ángeles para transmitirle el pacto de la Ley mosaica (Hechos 7:53; Gálatas 3:19).