¿Han cambiado la Biblia los testigos de Jehová para que encaje con sus creencias?
Nunca hemos hecho eso. Todo lo contrario, cuando nos hemos dado cuenta de que alguna de nuestras creencias no encaja perfectamente con lo que enseñan las Escrituras, la hemos cambiado.
Todas nuestras creencias están basadas en la Palabra de Dios. Y aunque en 1950 comenzamos a publicar la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, antes de ese año ya estudiábamos la Biblia a fondo. Para ello utilizábamos las traducciones bíblicas que estaban disponibles. Veamos algunas de las creencias que ya teníamos antes de contar con la Traducción del Nuevo Mundo. Compruebe usted mismo si estas encajan con lo que dice la Biblia.
Lo que creemos: Dios no es una Trinidad. El número de julio de 1882 de la revista Zion’s Watch Tower (hoy en español La Atalaya) dijo: “Nuestros lectores están al tanto de que aunque creemos en Jehová Dios, en Jesús y en el espíritu santo, rechazamos la enseñanza de que estos son tres dioses en un solo ser, o como algunos lo expresan, un solo Dios en tres personas, pues esta enseñanza es totalmente antibíblica”.
Lo que dice la Biblia: “Jehová nuestro Dios, Jehová uno es” (Deuteronomio 6:4, Reina-Valera [RV], 1865). “Hay un solo Dios, el Padre, del cual son todas las cosas, y nosotros en él; y un Señor, Jesucristo.” (1 Corintios 8:6, RV, 1865; ortografía actualizada.) Jesús mismo declaró: “El Padre es mayor que yo” (Juan 14:28, Torres Amat, 1823).
Lo que creemos: los malos no sufren eternamente en las llamas del infierno. La revista Zion’s Watch Tower de junio de 1882 contenía el artículo titulado “El salario del pecado es la muerte”. En cuanto a esta declaración, tomada de Romanos 6:23, el artículo decía: “¡Qué palabras tan claras y sencillas! Es inconcebible que tantas personas que afirman que la Biblia es la Palabra de Dios se empeñen en contradecir esa declaración; creen, y aseguran que la Biblia enseña, que el salario del pecado es vivir eternamente en el infierno”.
Lo que dice la Biblia: “El alma que pecare, esa morirá” (Ezequiel 18:4, 20, RV, 1865). El castigo final para los enemigos de Dios no es el tormento eterno, sino la “destrucción eterna”, o “eterna ruina”, como dice la traducción Nácar-Colunga de 1944 en 2 Tesalonicenses 1:9.
Lo que creemos: el Reino de Dios es un gobierno, no algo que se lleve en el corazón. La revista Zion’s Watch Tower de diciembre de 1881 dijo lo siguiente respecto al Reino de Dios: “El establecimiento de este reino supondrá, por supuesto, el derribo de todos los reinos de la Tierra”.
Lo que dice la Biblia: “En los días de aquellos reinos el Dios del cielo levantará un reino, que no será jamás destruido, y este reino no pasará a otro pueblo: sino que quebrantará y acabará todos estos reinos: y él mismo subsistirá para siempre” (Daniel 2:44, Scío de San Miguel, 1850; ortografía actualizada).
¿Es la Traducción del Nuevo Mundo la única que apoya las creencias de los testigos de Jehová?
No; los Testigos seguimos usando diversas traducciones de la Biblia para dar a conocer nuestras creencias. Es cierto que cuando le ofrecemos a la gente un curso bíblico gratuito también le ofrecemos sin costo alguno un ejemplar de la Traducción del Nuevo Mundo. Sin embargo, si alguien desea recibir el curso con otra traducción bíblica, no tenemos ningún inconveniente.